Flamenco por derecho
Por Maridel GarcíaEn el aire que rodea a Patricia Linares se dibujan letras árabes, cantos trémulos de Andalucía, sobrios perfiles castellanos. Sus ojos hablan de ciudades perdidas, de memorias de mar y de campos de trigo.
Alguien o algo condenó a esta mujer a la poesía, al sentimiento inusitado de las cosas, al asombro dolorido ante la belleza. Mexicana, ha atraído con hilos mágicos las danzas de España hasta su centro.
Donde está Patricia Linares está el Albaicín, están los altos minaretes moros, las casas blanquísimas que esperan a la Muerte, el rumor del Guadalquivir, río de los ríos.
Destino y pasión interpretativa es Patricia Linares.
Se inició en la danza española a la edad de diez años. Después vendrían Madrid y Sevilla y maestros inolvidables: Joselito, Luis Mauricio Caracas, Ricardo el Veneno, María Rosa Mercé, Merche Esmeralda, Pedro Azorín, Victoria Eugenia, Estrella Morena y El Mimbre.
Durante 15 años, trabajó en tablaos flamencos de México y España. Participó en los compa?ías de ballet español de Roberto Iglesias, Gisela Sotomayor, Curra Jiménes, Raúl y Cristóbal Reyes.
En Córdoba obtuvo Mención Especial del Jurado en el XI Concurso Nacional de Arte Flamenco, en 1986. Se hizo notar que fue la primera bailaora extranjera en conseguirlo a treinta años de fundado el concurso.
Dueña de las soleares y alegrías de la tradición, es también señora de su propio duende. Tiene pasión e inteligencia para crear sus propios guiones de danza-teatro y ballet flamenco.
Su Instituto Mexicano de Flamencología va para 15 años de fundado. Por derecho, Patricia Linares es en México, una bailaora comprometida a fondo con el arte flamenco.
Patricia Linares fundó y dirige el
